El nuevo comandante de la 32a. Zona Militar, general de Brigada Diplomado de Estado Mayor (D. E. M.) Francisco Aranda Gutiérrez, tomó posesión ayer en una ceremonia que se llevó al cabo en la explanada del XX Regimiento de Caballería Motorizado, en la que estuvieron presentes los tres poderes del Estado, encabezados por el gobernador Mauricio Vila Dosal.
Durante la ceremonia ocurrió un incidente cuando se desmayó una militar que estaba de pie junto con un pelotón, lo que motivó que otros soldados acudieran a atenderla, pero a causa de la solemnidad del acto sus compañeros de grupo ni siquiera se movieron, ya que estaban en posición de firmes.
El nuevo comandante proviene de Oaxaca y sustituye al general de Brigada Fernando Aguirre O. Sunza, quien estuvo en el cargo dos años y se desconoce a donde fue enviado para que continué su carrera militar o en su defecto se jubile, como lo han hecho otros generales que pasaron por esta zona.
La ceremonia de toma de posesión y rendición de protesta ante el lábaro patrio se inició las 10 de la mañana y en el sitio de honor estuvo el titular del Ejecutivo, quien no pronunció discurso alguno.
También estuvo el general de División Víctor Hugo Aguirrre Serna, comandante de la X Región Militar, quien fue el encargado de darle posesión a Francisco Aranda Gutiérrez.
Como invitados y testigos de honor asistieron Janice Escobedo Salazar, actual presidenta de la mesa directiva del Congreso del Estado; Cecilia Margarita Palomo Cifuentes, juez primero mixto del Tercer Departamento Judicial del Estado; el vicealmirante Humberto Lanz Gutiérrez, comandante de la IX Zona Naval; Wilberth Antonio Cetina Arjona, fiscal del Estado; Carlos Pacheco Medina, representante de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP); Juan Manuel León León, delegado de la Fiscalía General de la República; Diana Mena Arceo, delegada del Centro Nacional de Inteligencia, y el alcalde Enrique Ayora Sosa.
Luego de las ordenanzas a la Bandera, se llevó al cabo la toma de posesión y la rendición de protesta ante la bandera. Después todos los comandantes de las unidades militares de esta ciudad, al igual que de Mérida, incluyendo a los de la zona naval, pasaron uno a uno para ponerse a disposición del nuevo general, pero en esta ocasión se omitió el saludo de manos, como normalmente se ha hecho en otras ocasiones.
Durante la ceremonia, cuando todos los militares estaban en posición de firmes, de pronto se oyó un ruido, y al voltear a ver se observó que una militar que estaba en el pelotón, cayó al suelo de frente y se golpeó la cabeza.
Según se averiguó, desde muy temprano estuvieron haciendo ensayos de la ceremonia y al parecer no había comido, lo que combinado con el intenso sol ocasionó el desmayo junto a sus compañeros, pero fueron otros soldados que estaban a un lado quienes de inmediato la auxiliaron, pues la mayoría de sus compañeros, a causa de la solemnidad del evento no se movieron.
Los militares la levantaron y la trasladaron a una ambulancia militar que estaba a unos metros del evento, donde la atendieron.
Luego de la ceremonia, llegaron los saludos de autoridades civiles y militares con un poco más de relajación, pero todos se saludaron de brazo o de codo, cumpliendo de esa manera con los protocolos de salud. Minutos después el gobernador abordó su camioneta que estaba a unos metros y se retiró del lugar.