El soldado ruso Vadim Shishimarin se declaró culpable de haber matado a un civil ucraniano este miércoles ante un tribunal en Kiev, donde se celebra el primer juicio por presuntos crímenes de guerra desde la invasión al país europeo por las tropas de Moscú, en un conflicto que va hacia los tres meses. Vestido con un suéter color azul y kaki con capucha, el suboficial Shishimarin estuvo solo en su «box» de vidrio, en la pequeña sala del tribunal del distrito de Solomiansky, en Kiev.
Tras la lectura del acta de acusación fue interrogado sobre si reconocía las acusaciones. «Sí», respondió. «¿En su integralidad?», prosiguió el magistrado, mientras que el soldado ruso nuevamente dijo que «sí».
Shishimarin, de 21 años, acusado de haber matado a un civil de 62 años el 28 de febrero en el noreste de Ucrania puede ser condenado a cadena perpetua por crimen de guerra y asesinato con premeditación. El juicio, el primero de varios que se celebrarán a corto plazo, será una prueba para el sistema judicial ucraniano en un momento en que las instituciones internacionales despliegan sus propias investigaciones por los supuestos abusos cometidos por las tropas rusas en este país.
En el tribunal, el fiscal Andriï Syniuk precisó que el acusado fue detenido el 1 de marzo con otros tres soldados pues el quinto resultó muerto poco antes en unos combates. La audiencia fue suspendida luego, y proseguirá el jueves con los testimonios. Ucrania espera dar una señal con el juicio al soldado ruso.
El caso es complicado, asegura el abogado del acusado, Victor Ovsiannikov. «Nunca hemos tenido este tipo de acusación en Ucrania, no tenemos precedentes, veredictos», señaló.
«Pero lo conseguiremos», añadió Ovsiannikov, asegurando que no había constatado «ninguna violación de los derechos» del acusado por parte de las autoridades.
La fiscal general ucraniana Iryna Venediktova subrayó en una serie de mensajes en Twitter la importancia del caso para su país.
«Hemos abierto más de 11 mil investigaciones por crímenes de guerra y detenido a 40 sospechosos», escribió.
A la espera de que lleguen ante los tribunales, «con este primer juicio, enviamos una señal clara: ningún verdugo, ninguna persona que haya ordenado o ayudado a cometer crímenes en Ucrania va a escapar de la justicia», dijo.
Las autoridades ucranianas no quieren perder el tiempo y el jueves otros dos militares rusos empezarán a ser juzgados por disparar proyectiles contra infraestructuras civiles en la región nororiental de Járkov, la segunda ciudad del país.