Hay muchas personas que no suelen revisar su audición; sin embargo, es realmente importante visitar a un otorrino, o a un médico especialista en el oído, con cierta frecuencia o cuando se producen ciertas situaciones. Esto puede evitar algunas afecciones no deseadas puedan aparecer o agravarse en nuestro oído. Estas afecciones pueden ser desde una infección hasta una molestia en el canal auditivo, o incluso la pérdida total o parcial de la audición. De modo que si quieres curarte en salud y velar por tus oídos, visita cuanto antes a un otorrino siempre que notes alguno de estos síntomas.
- Problemas al escuchar la televisión
Si te cuesta escuchar lo que dicen en la televisión y tienes que ponerla a un volumen más alto que el resto de los miembros de tu familia. Si siempre eres tú quién pregunta qué han dicho en la televisión, si no entiendes muchas palabras o si solamente eres capaz de seguir el argumento con los subtítulos… entonces está claro que tienes un problema de audición. Un problema que no se va a solucionar solamente porque subas el volumen del televisor, ya que de ese modo no se tratará correctamente y que simplemente podría agravarse. La solución pasa por acudir a un otorrino especialista para que valore el caso personalmente y con detalle.
- Escuchas mejor el teléfono en un oído que en el otro
Si cuando hablas por teléfono escuchas mejor la conversación de un oído que de otro. Si escuchas mejor con el oído izquierdo que con el derecho, o viceversa, durante una conversación telefónica, el problema no es técnico, sino de tu audición. En ese caso, pide cita a tu otorrino porque podrías tener diversos problemas en uno de los oídos: desde un simple taponamiento o una infección, hasta algo más grave como el inicio de una sordera parcial o total. Solo él sabrá decirte qué te ocurre.
- Si te cuesta mantener una conversación en ambientes con ruido
Si te cuesta escuchar o mantener una conversación en ambientes ruidosos. Los pacientes suelen evitar acudir a un otorrino cuando ocurre este tipo de situaciones porque lo consideran algo normal dadas las dificultades acústicas. Desde luego que un ambiente ruidoso no es el propicio para escuchar con detalle, no obstante, el oído debería de ser capaz de entender y focalizarse en una conversación a pesar de que se dé esa circunstancia de ruido. Por tanto, si no escuchas bien o no eres capaz de mantener una conversación cuando estés en un ambiente ruidoso, debes acudir cuanto antes a un otorrino.
- Si has sufrido un shock acústico
Si has sufrido un shock acústico. Es decir, si has estado expuesto a un ruido extremadamente fuerte, como por ejemplo pueda ser una explosión. Pero también podría tratarse de un ruido procedente de una actividad más habitual del día a día, como el ruido de los motores, de un concierto de música o de un grito directamente en el oído. En otras palabras, si has recibido el impacto directo de un ruido a un nivel de decibelios demasiado elevado y sin la protección adecuada, tanto de manera continuada como puntual, es probable que la capacidad auditiva de tus oídos se haya visto mermada y que sufras de hipoacusia. Así que consulta con tu médico otorrino para que valore tu estado y para que, si fuera pertinente, tratase tu caso.
- Si tienes más de 50 años
Con 50 años aún deberías conservar una buena salud auditiva, pero es normal que a partir de esa edad la capacidad de los oídos vaya de más a menos. Si ese es tu caso, es muy recomendable que acudas a tu otorrino o centro auditivo especializado para que realizar una audiometría y otras pruebas auditivas con el fin de prevenir y de controlarlo a tiempo. Acude a este especialista 1 o 2 veces al año, se trata de una prueba rápida, sencilla e indolora que servirá para saber si tus oídos están perdiendo facultades o si siguen en plena forma. No obstante, aunque seas más joven, también puedes realizar este tipo de pruebas, tanto si notas cualquier anomalía como si quieres someterte a una prueba rutinaria por prevención aunque escuches bien.
- Si tienes que pedir que te repitan las cosas
Si tienes que pedir al resto de personas que repitan lo último que te han dicho. Es comprensible que alguna vez pidas a alguien que te vuelva a decir lo último que ha dicho, pero cuando se convierte en algo habitual… deja de serlo. Es entonces cuando se evidencia que tienes un problema de audición.
Si piensas que ha disminuido tu capacidad de audición
Si tienes la más mínima sospecha de que ha disminuido tu capacidad auditiva. Al margen de los casos que hemos enumerado anteriormente, cada persona puede ser consciente de esta situación y, ante cualquier duda, lo mejor es prevenir antes que curar. Así que, consulta con tu otorrino para evaluar el estado de tu oído, con las pruebas pertinentes podrás descartar posibles trastornos.
Si tienes dudas o requieres mayor información, acércate a los especialistas del portal Otorrinolaringólogos en Mérida.