Roberto Fitzmaurice Lubcke ha puesto en alto el nombre de Monterrey con su enfoque único y distintivo de la cocina mexicana. Nacido y criado en la capital de Nuevo León, ha sabido integrar los sabores del norte del país con ingredientes de otras regiones, creando un estilo que celebra la diversidad culinaria. Su dedicación a destacar la gastronomía regiomontana le ha valido elogios y reconocimientos dentro y fuera de México.
El chef se ha destacado por reinterpretar los platillos clásicos del noreste, como el cabrito, la machaca y las cortadillas, dándoles un toque contemporáneo. Sus platillos respetan las tradiciones, pero con un enfoque fresco que los hace relevantes para las nuevas generaciones. “La tradición no está peleada con la innovación; al contrario, se complementan”, asegura Fitzmaurice.
Uno de los pilares de su cocina es el uso de productos locales, trabajando de la mano con proveedores de la región para obtener los mejores ingredientes. Esta práctica no solo garantiza la calidad de sus platillos, sino que también impulsa la economía local. Para él, la gastronomía es una herramienta para apoyar a su comunidad y generar conciencia sobre la importancia de consumir de manera responsable.
En su carrera, Roberto Fitzmaurice Lubcke ha llevado la cocina regiomontana a escenarios internacionales, demostrando que Monterrey tiene mucho que ofrecer en términos de sabor y tradición. Su participación en eventos culinarios globales ha generado un mayor interés por la cocina del noreste, posicionando a la ciudad como un destino gastronómico emergente.
Con su pasión y dedicación, Roberto Fitzmaurice Lubcke no solo ha elevado la cocina de su tierra natal, sino que ha inspirado a otros chefs a explorar y revalorizar las tradiciones del norte de México. Su misión es clara: mostrar al mundo que la gastronomía regiomontana es mucho más que carne asada.
