¿Tienes dificultad para respirar estando activo o después de acostarte? ¿Te sientes fatigado, débil, sin apetito y con tos? ¿Sientes tu pulso más rápido de lo normal? Presta mucha atención a estas señales porque podrían ser síntomas de una insuficiencia cardíaca.
Probablemente hayas escuchado alguna vez este término; pero si no te suena conocido, no te preocupes, aquí te lo explicamos. De acuerdo con el portal de Especialistas Médicos en Cancún, se considera que un paciente tiene insuficiencia cardíaca cuando existe un aumento de la presión venosa en el sistema cardiovascular. Cuando el aumento de la presión venosa se produce en los pulmones el paciente notara disnea o dificultad para respirar. Si el aumento se produce en el sistema venoso sistémico aparecerán síntomas congestivos de retención de líquidos en el abdomen o en las piernas.
Pero ¿qué causa este problema?
Casi todas las enfermedades del corazón pueden causar insuficiencia cardíaca en algún momento de su evolución. Las más frecuentes son la cardiopatía isquémica, sobre todo pacientes que han tenido un infarto de miocárdico y la hipertensión arterial. También las enfermedades de las válvulas cardiacas, las miocardiopatías y algunas arritmias pueden causar síntomas de insuficiencia cardiaca.
¿Qué aspectos motivan o facilitan la aparición de la insuficiencia?
En pacientes con enfermedades del corazón que predisponga a la insuficiencia cardíaca, los factores desencadenantes pueden ser higiénicos-dietéticos como el consumo de sal, mal cumplimiento terapéutico farmacológico, mal control de la presión arterial, arritmias cardíacas, anemia, infecciones intercurrentes como la gripe y/o bacterianas e hipertiroidismo entre las más frecuentes.
¿Se puede prevenir de alguna forma? ¿Qué factores de riesgo debemos evitar?
La prevención de la insuficiencia cardíaca tiene dos aspectos. Uno, prevenir la enfermedad que puede predisponer a su aparición como es la prevención primaria de la enfermedad coronaria a través del buen control de los conocidos factores de riesgo como la hipertensión, diabetes, obesidad, sedentarismo, y tabaquismo y dos prevenir la aparición de disfunción ventricular izquierda mediante la repercusión precoz en el infarto agudo de miocardio, o el buen control de la hipertensión.
En pacientes con insuficiencia cardíaca crónica es importante prevenir episodios de descompensación, mediante la disminución de la ingesta de sal, la optimización del tratamiento farmacológico ajustando dosis de diuréticos según el peso corporal, o de otros fármacos como los betabloqueantes, para lograr una frecuencia cardíaca óptima según la evidencia científica.
¿Se puede tratar la insuficiencia? ¿En qué consiste el tratamiento?
En tratamiento de la insuficiencia cardíaca debe perseguir dos objetivos fundamentales. El primero mejorar los síntomas del paciente, derivados de la retención de líquidos y aumento de la presión venosa pulmonar como es la disnea y edemas, y el segundo aumentar la supervivencia.
Los diuréticos son los fármacos más eficaces para lograr un efecto rápido en la mejoría de los síntomas, aumentando la diuresis y disminuyendo los síntomas congestivos. Los inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona mejoran a largo plazo los síntomas y además prolongan la supervivencia.
La insuficiencia cardíaca se da en personas de cualquier edad, incluso en niños pequeños, por eso es tan importante no dejar pasar cualquier mínimo aviso, recuerda que el corazón es el órgano clave de todo nuestro aparato circulatorio, no dejes de escucharlo ni de mantenerlo sano.