En el noveno aniversario de la agresión a los ciudadanos que se oponían a la construcción del “Paso Deprimido”, ante esa obra inundada y cerrada, integrantes del «Colectivo 4 de Julio demanda cierre de la obra». La calificaron como el resultado de una “ocurrencia impuesta”, del entonces gobierno en turno.
“El tiempo nos da la razón, véanlo, como lo advertimos es una obra con el
diseño y el lugar no óptimos, que no vino a resolver los problemas de
vialidad que planteaban. Por el contrario causó problemas y daños económicos además de dejar a sus alrededores como una zona de guerra. No vale la pena invertir un solo peso en rescatarla, hay que cerrarla”, expresó David Sosa Solís, del Colegio de Arquitectos e integrante del citado
Colectivo.
Al filo de las 11 horas ocho integrantes del Colectivo de pie dentro del Paso Deprimido, donde inicia la parte inundada, recordaron la artera agresión como ellos la calificaron, de golpeadores protegidos por la autoridad, hacia ciudadanos que pacíficamente protestaban y trataban de impedir el inicio de esta obra, en un día como hoy, hace nueve años.
Patricia McCarthy Caballero hizo una relatoría de los hechos ocurridos en aquel entonces, cuando Angélica Araujo Lara, quien era la alcaldesa de Mérida se impuso con violencia, para hacer el Paso Deprimido con el apoyo de la también gobernadora en ese tiempo Ivonne Ortega Pacheco.
Como parte de la relatoría la también dirigente del Frente Cívico Familiar recordó que desde el principio con estudios y argumentos bien fundamentados de asociaciones de profesionistas, cámaras empresariales y organizaciones de la sociedad civil plantearon al Ayuntamiento que no era viable, además de innecesaria esa obra, que al final de cuentas fue impuesta, y hoy como se puede observar no sirve, no funciona.
“Ya no se puede gobernar al margen de la sociedad, y como tal hoy pedimos a las autoridades municipales que nos escuchen, que tomen en cuenta nuestros planteamientos, y cierre este paso deprimido”