lunes, diciembre 9, 2024

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Indignación en el Colegio Americano de Puebla por el despido injustificado de un profesor con trayectoria ejemplar tras polémico incidente en evento deportivo

Amparo Menchaca El Sol de Cholula

Puebla, México. — La comunidad educativa del Colegio Americano de Puebla enfrenta una crisis de credibilidad y justicia laboral luego de que se diera a conocer que la directora del plantel decidió despedir a un profesor con casi 20 años de trayectoria intachable. La situación ha generado una ola de indignación entre alumnos, padres de familia y colegas docentes, quienes exigen que no se cometa una injusticia contra un profesional ampliamente respetado por su conducta irreprochable y su destacada labor en la formación de generaciones de estudiantes.

El incidente: pruebas de alcoholímetro sin consentimiento parental

El problema surgió durante un evento deportivo en el que participaron alumnos del Colegio Americano bajo la supervisión del profesor. Durante la actividad, autoridades del torneo aplicaron pruebas de alcoholímetro a varios estudiantes menores de edad sin contar con el consentimiento de sus padres o tutores legales. Este hecho, que claramente constituye una violación de los derechos de los estudiantes y sus familias, desató una serie de cuestionamientos hacia la institución por permitir o no prevenir una situación de esta naturaleza, lo que ha propiciado que los padres de los alumnos afectados estén emprendiendo ya acciones legales.

El profesor: trayectoria impecable y respaldo de la comunidad del CAP

El profesor, cuyo nombre no se menciona por respeto a su privacidad, ha dedicado casi dos décadas de su vida al Colegio Americano de Puebla, destacándose no sólo por su excelencia académica, sino también por su compromiso con el bienestar integral de los estudiantes. Padres de familia y colegas coinciden en describirlo como un mentor ejemplar, cuya influencia ha marcado positivamente la vida de cientos de jóvenes.

“Es un maestro que no sólo enseña, sino que inspira. Siempre ha sido un modelo de conducta para nuestros hijos”, expresó una madre de familia al ser consultada sobre el caso.

Por su parte, un exalumno señaló: “Es inconcebible que quieran responsabilizarlo de algo que claramente está fuera de su control. Él siempre ha actuado con integridad”.

La postura de la dirección: evasión de responsabilidades

En lugar de asumir una postura de defensa de la comunidad escolar y de los derechos de sus estudiantes, la dirección del colegio, encabezada por su directora, parece estar buscando un chivo expiatorio para eludir las consecuencias del incidente. Según fuentes cercanas al caso, la directora ha optado por “lavarse las manos” y cargar la responsabilidad del problema sobre el profesor, alegando que su rol como supervisor lo hacía responsable de todo lo ocurrido durante el evento deportivo.

Asimismo, la medida parece estar relacionada con la próxima jubilación del profesor, por lo que la institución educativa pretendería ahorrarse de esta manera el pago de la prestación establecida en la relación laboral con la plantilla docente.

Esta postura ha sido ampliamente cuestionada por los padres de familia, quienes consideran que la responsabilidad recae en la administración del colegio por no prever ni gestionar adecuadamente una situación de este tipo.

Un llamado a la justicia y la transparencia

El caso ha provocado que padres de familia, estudiantes y docentes unan sus voces para exigir justicia y transparencia en el manejo del conflicto. A través de cartas, reuniones y declaraciones vertidas a esta reportera, han manifestado su total apoyo al profesor y su rechazo a cualquier intento de desprestigiarlo o sancionarlo injustamente.

“Lo que necesitamos es que se investigue lo sucedido y que la dirección asuma su responsabilidad. No vamos a permitir que un profesor que ha dado tanto por esta institución sea tratado de esta manera”, declaró uno de los padres de familia en una reunión reciente.

Consecuencias más amplias para la institución

El manejo de este caso podría tener repercusiones significativas para la reputación del Colegio Americano de Puebla, que históricamente ha sido reconocido por su nivel académico y su enfoque en la formación integral de los estudiantes. La comunidad advierte que, de no corregirse el rumbo, podría perderse la confianza en la institución, afectando no solo su imagen, sino también su capacidad de atraer y retener a docentes y familias comprometidas con la excelencia educativa.

El llamado es claro: justicia para el profesor, respeto a los derechos de los estudiantes y transparencia en la gestión de los conflictos internos. La comunidad educativa espera una respuesta firme y ética que ponga fin a esta lamentable situación y que restaure la confianza en los valores que el Colegio Americano de Puebla dice promover.

El Sol de Cholula, además de solidarizarse con el profesor, se mantendrá pendiente de la evolución del caso, para mantener correctamente informados a sus lectores.

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