viernes, octubre 4, 2024

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Deserción escolar en universidades podría aumentar entre 12 y 15%: experta

La deserción y abandono escolar en las instituciones de educación superior podría aumentar entre el 12 y 15 por ciento, en un fenómeno ligado a la pandemia del Covid-19, que obligó a migrar de manera abrupta al modelo de enseñanza virtual o a distancia, estimó Angélica Buendía Espinosa, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

La también coordinadora general del Laboratorio de Análisis Institucional del Sistema Universitario Mexicano (Laisum), estimó que este fenómeno se presentará no sólo en las universidades e instituciones públicas de educación superior, sino también en un grupo importante de los planteles privados, que regularmente carecen de un modelo educativo sólido, que no tienen grandes inversiones ni equipamiento, y cuyos propietarios los ven más como un negocio.

En entrevista, explicó que la diversidad y heterogeneidad del sistema nacional de educación superior -dos de sus principales caracteristicas- hace que los efectos negativos de la pandemia y la obligada opción de educación en línea o a distancia, se vean en el conjunto de estas instituciones, ya sean públicas o privadas. En las primeras de ellas, dijo, las hay con gran prestigio, reconocimiento, experiencia, personal académico y recursos tecnológicos suficientes para enfrentar de mejor manera el reto de la educación en línea.

En este caso citó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pionera con su Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia, y otras como las universidades de Guadalajara y de Nuevo León, con experiencia acumulada en este modelo educativo.

Hay otras más del sector privado, añadió, como el Tecnológico de Monterrey, la Universidad Iberoamericana, o el ITAM, solo por citar algunos casos, que desde hace tiempo desarrollan este modelo virtual.

Sin embargo, consideró que en ambos grupos hay instituciones que tendrán problemas muy serios, los cuales se reflejarán también en la deserción y abandono escolar, los cuales será sin duda los efectos negativos más visibles de la pandemia del Covid-19, junto con la calidad de la educación, aunque todavía es temprano identificar con precisión la magnitud de ellos.

Hay que recordar que en muchos casos, las instituciones todavía esta por iniciar el próximo ciclo escolar 2020-2021, y apenas están en curso algunas de las investigaciones académicas que estudian este fenómeno.

En entrevista, la profesora-investigadora titular “C” de tiempo completo en el Departamento de Producción Económica de la Unidad Xochimilco de la UAM, indicó que en términos generales, a nivel nacional, se registra un 70 por ciento en la conclusión de estudios en el nivel superior, aunque este número varía dependiendo de las disciplinas e instituciones de que se trate.

En las actuales condiciones de enseñanza en este nivel, impuestas por las medidas de emergencia sanitaria, la deserción y abandono escolar como tal, sí será un fenómeno que estará presente, el cual podría aumentar entre 12 y el 15 por ciento, dijo.

Respecto a este fenómeno en las instituciones privadas, Buendía Espinosa indicó que no sólo podría ser por el tema de la crisis económica, sino porque hay alumnos y padres de familia que perciben una relación desigual en el costo-calidad, es decir entre el monto de la colegiatura y el beneficio educativo de calidad que recibirá el estudiante, dado que la educación no será presencial, sino en línea, además de que no ocupará las instalaciones físicas.

Actualmente la matrícula en educación superior la conforman 4.1 millones de estudiantes, donde las universidades e instituciones públicas tienen el 66 por ciento de los alumnos, mientras que las privadas tiene el otro tercio. De éste último porcentaje, alrededor del 20 por ciento lo tienen instituciones con algún prestigio y estándares de calidad, mientras que el 13 por ciento restantes lo tienen escuelas privadas muy atomizadas, con una escasa matrícula en cada una de ellas, y que en las actuales condiciones no van a poder responder al reto de la educación a distancia y corren el riesgo de cerrar, dejando a la deriva a miles de estudiantes que cursan sus estudios en ellas.

Desde la perspectiva de la investigadora de la UAM, la pandemia y la obligada migración masiva a la educación a distancia visibilizó el tema de la creciente desigualdad educativa, el cual ya se venía analizando desde hace tiempo, pero que esta situación de emergencia las evidenció con mucha mayor claridad.

No obstante, Buendía Espinosa aclaró que estas desigualdades no sólo están presentes entre los estudiantes, actor en el que hasta ahora se ha centrada la opinión generalizada, sino también entre las instituciones y el personal docente. Incluso, dijo que entre los profesores de una sola institución, hay una gran diversidad, pues están entre aquellos que tienen estabilidad laborar y mejores condiciones académicas y de desarrollo, y otros más en situación de vulnerabilidad, debido a que son contratados por asignatura o temporales.

“Creo que el problema de la desigualdad se ha centrado en los alumnos, pero también está presente entre el personal docente de las instituciones”, indicó.

En el tema de las universidades e instituciones públicas de educación superior, la especialista en temas de educación superior destacó también que existen enormes brechas. “No hay un desarrollo homogéneo en casi ningún ámbito, y cada una de ellas va respondiendo en su propia lógica, en su contexto institucional, local, regional, y por supuesto nacional, en la lógica de las políticas educativas que van orientando al sector”.

De esta forma, vemos por ejemplo, instituciones públicas con grandes problemas de financiamiento, en crisis recurrentes, y que en las actuales condiciones podrían empeorar su situación. También aquí vemos que hay alumnos que sí pudieron conectarse a las clases en línea y tener acceso a este modelo educativo, pero condicionado a los aparatos tecnológicos de los que disponen, de sus espacios propios de sus hogares y de su situación socioemocional. “Todo esto plantea un gran reto en el ámbito de la inclusión y la desigualdad para el sistema educativo del país”, consideró.

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