El hombre más poderoso de Rusia, que ordenó la invasión a Ucrania y se enfrenta a la OTAN, habría amasado una gran fortuna, que incluye propiedades de lujo y cuentas en paraísos fiscales, que no concuerdan con su sueldo de presidente ni con sus aparentes gustos modestos.
El viernes pasado, los gobiernos occidentales, Estados Unidos (EE.UU.) y la Unión Europa (UE), anunciaron su intención de congelar los activos del presidente ruso, como castigo por invadir Ucrania.
Sin embargo, debido a que su riqueza estaría en manos de testaferros amigos, la comunidad internacional ha enfocado sus sanciones en personas sospechosas de estar ligadas al mandatario ruso.
Diferentes fuentes, desde el Kremlin hasta agencias de noticia de todo el mundo, aseguran que el presidente Vladimir Putin tendría un sueldo anual de 118 mil euros al año. Los datos oficiales afirman también que tiene un apartamento de 77 metros cuadrados con garaje en el centro de Moscú y tres coches, dos de ellos de la época soviética, además de su residencia oficial.
En 2017 el presidente habría ganado 18.7 millones de rublos, al cambio de hace unos días, previos a la guerra, serían 242 mil euros. Según la agencia France Press, en la relación de bienes de este año habría desaparecido una parcela de 1.500 kilómetros.
Las cifras de su fortuna bailan de un analista político a otro. Según Stanislav Belkovsky, Putin también posee acciones de las compañías Gazprom, Surgutneftegas y Gunvor, y su riqueza superaría los 40.000 millones de dólares.
Según los Papeles de Panamá, gran parte de su fortuna estaría a nombre de testaferros, como su amigo de infancia el violonchelista Sergey Roldugin. Tendría la familia de Putin un megayate de hasta 100 millones de dólares y un palacio en el Mar Negro.
Se dice que el Palacio de Putin costó más de 1000 millones de dólares, la enorme propiedad incluye una sala de cine, un salón de narguile y un escenario de baile en barra, según un informe y un documental publicados el año pasado por el encarcelado líder de la oposición Aleksei Navalny y sus asociados.
Para Ruth Ferrero-Turrión, profesora de Ciencia Política en la UCM, «los grandes autócratas siempre tienen grandes reservas económicas escondidas en el algún sitio”. A día de hoy, lo que mantiene a Putin en el poder es «un capitalismo mafioso».