Las violentas protestas en Kazajstán han puesto al país en un estado de emergencia, se trata del mayor desafío al gobierno del presidente autocrático Kassym-Jomart Tokayev, que comenzó con protestas ante un aumento en los precios del combustible que se expandió luego a un descontento más amplio con el gobierno por la corrupción, el bajo nivel de vida, la pobreza y el desempleo.
Las protestas se iniciaron el domingo tras una reforma que había puesto fin a los subsidios que abarataban el gas licuado del petróleo para automóviles. Este tipo de vehículos es frecuente en algunas regiones del país, donde tres de cada cuatro emplean este tipo de combustible. Por lo que las manifestaciones se extendieron por todo el país y comenzaron los choques con las fuerzas de seguridad.
El 5 de enero, los manifestantes irrumpieron en el aeropuerto de la mayor ciudad del país, Almaty, entraron por la fuerza en los edificios del gobierno y prendieron fuego a la principal oficina de la administración de la ciudad, según informaron los medios de comunicación locales. También hubo reportes de enfrentamientos mortales con la policía y el ejército, en medio de un apagón de internet en todo el país y de daños en edificios en tres grandes ciudades.
¿Qué ha provocado las protestas en Kazajstán?
Las manifestaciones se desencadenaron en la región occidental de Mangystau, rica en petróleo, cuando el gobierno levantó los controles de precios del gas licuado de petróleo (GLP) a principios de año. Muchos kazajos han convertido sus autos para que funcionen con este combustible debido a su bajo costo.
Kazajstán, productor de petróleo y noveno país del mundo por superficie, ha atraído miles de millones de inversión extranjera y ha mantenido una economía fuerte desde su independencia hace 30 años.
Pero los subsidios al GLP crearon una situación en la que Kazajstán se enfrentaba regularmente a la escasez de petróleo, informó Reuters. El levantamiento de los topes de precios fue un medio del gobierno para aliviar esos déficits y asegurar el suministro al mercado interno. Sin embargo, el plan resultó contraproducente y los precios del GLP se duplicaron.
En un esfuerzo por frenar los disturbios, Tokayev ordenó al gobierno que redujera el precio del GLP a 50 tenge (US$ 0,11) por litro «para garantizar la estabilidad en el país».
Dijo que también se habían puesto en marcha una serie de medidas destinadas a «estabilizar la situación socioeconómica», entre ellas la regulación por parte del gobierno de los precios de los combustibles durante un periodo de 180 días, una moratoria en el aumento de las tarifas de los servicios públicos para la población durante el mismo periodo, y la consideración de subsidios de alquiler para «segmentos vulnerables de la población.»
Tras calificar de terroristas a los manifestantes Tokayev pidió ayuda a Rusia, quien de inmediato respondió a la petición de sofocar las protestas.
Este jueves varios aviones de tropas rusas llegaron al país eslavo. Se trata de la primera vez que la alianza, liderada por Rusia y que incluye a Bielorrusia, Armenia, Kazajistán y otros dos países de Asia central, Kirguistán y Tayikistán, adopta una medida como esta desde su fundación en 1992.